Autores:
Strouthidis NG, Chandrasekharan G, Diamond JP, Murdoch IE
Resumen
La telemedicina parece fácilmente aplicable al cribado del glaucoma. La alta prevalencia de esta enfermedad hace razonable su implantación. El desarrollo de tonómetros de no contacto, permite la lectura de la presión intraocular (PIO) por un explorador no oftalmólogo, y tanto las lecturas de PIO, como la campimetría, la tomografía de coherencia óptica y la paquimetría son fácilmente trasferibles electrónicamente.
Sin embargo, son pocas las publicaciones que han abordado este tema, varias de ellas realizadas en población finlandesa. La variable de mayor interés y más limitante para la puesta en práctica de estos programas es el número de falsos negativos. La tasa de falsos positivos evidentemente es más fácil de determinar.
Aunque en una primera aproximación la telemedicina parezca fácilmente aplicable a la detección del glaucoma, lo cierto es que en la práctica no lo es, pues el diagnóstico esta enfermedad, no descansa en la realización de un test individual, sino que se precisa de la realización de una batería de pruebas. Probablemente esta metodología sólo podría aplicarse al diagnóstico en un subgrupo pequeño de pacientes (aquellos capaces de realizar campos visuales fiables, en los que el disco óptico no es atípico). Sin embargo, los autores reconocen que en lo que podría tener su utilidad, es en el seguimiento de los pacientes previamente diagnosticados de glaucoma.
Comentario
La búsqueda realizada por los autores parece adecuada, pues los términos utilizados: ‘teleophthalmology’, ‘teleglaucoma’, ‘glaucoma imaging’, ‘glaucoma screening’, ‘glaucoma case detection’, ‘glaucoma progression’ y ‘IOP measurement’, hacen improbable que algún artículo importante haya sido no localizado. A lo largo del artículo los autores realizan una discusión detallada analizando las limitaciones de cada técnica.
Desgraciadamente, a pesar de las mejoras tecnológicas de las que disfrutamos en la actualidad, seguimos sin saber que es exactamente el glaucoma. Incluso el glaucoma más frecuente, y mejor conocido, el que conocemos con el nombre de glaucoma crónico simple, probablemente no sea una entidad, sino que se trate de un conjunto de neuropatías que tienen en común el aumento de la excavación papilar como característica más sobresaliente. Teniendo en cuenta que en nuestras consultas, después de numerosas visitas muchos pacientes permanecen en un limbo diagnóstico, es fácil entender lo difícil que la aplicación de esta tecnología al diagnóstico de estas enfermedades resulta.
Ahora bien los autores dejan una puerta abierta a la aplicación de la telemedicina al seguimiento de los pacientes previamente diagnosticados de un modo convencional. En un paciente previamente diagnosticado, no resulta difícil detectar un cambio significativo en la PIO o en las pruebas funcionales o anatómicas. Por ello en una primera fase la telemedicina debería aplicarse sólo al seguimiento de esta enfermedad. Quizá en el futuro una mejor compresión de la misma y el desarrollo tecnológico permitan aplicar la telemedicina también a su diagnóstico.
Conclusión
AUTOR:
Julio González Martín-Moro, MD, PhD.
Hospital Universitario del Henares. Madrid.