Resumen
Desde que el primer laser fue desarrollado en los 60, las aplicaciones han sido crecientes, incluyendo propósitos recreativos. La radiación producida en el espectro electromagnético en el rango visible o cerca del infrarrojo es focalizada por las estructuras refractivas oculares sobre la retina, amplificándose 5 ó 6 veces, lo que hace que sea la retina la estructura más vulnerable. La protección natural se produce mediante el parpadeo, el reflejo pupilar y el movimiento de la cabeza, que impide una mayor exposición, pero que no previene completamente el daño. A diferencia de los láseres industriales, los recreativos suelen ser del tipo rojo-diodo o helio-neón en el rango de 1 a 5 mW. Pero los últmos modelos incluyen también láseres verdes y azules más potentes, cuya energía es absorbida por la melanina del epitelio pigmentario y tienen un riesgo potencial mayor. A pesar de las restricciones legales, láseres de hasta 1250 mW están disponibles en Internet.
Se han reportado casos esporádicos de daños retinianos producidos por láseres recreativos (uno de ellos por los autores) y sin duda existen más casos sin publicar. La pérdida visual ocurre inmediatamente tras la exposición y a menudo se precede de la visión de un resplandor brillante. Se pueden ver abrasiones corneales, producidas por frotamiento, más que por daño directo del láser. La oftalmoscopía muestra diversos grados de hemorragia e inflamación retiniana. Si el daño es limitado, existe una mejoría en días o semanas, pero la visión puede deteriorarse de manera permantente si existe toxicidad en los fotoreceptores, cicatriz corioretiniana o neovascularización coroidea.
El uso de gafas puede prevenir el daño, pero han de ser específicas para el laser usado: se han publicado casos de daño con gafas diseñadas para un tipo de láser diferente al de la exposición.
Comentario
En ocasiones los pacientes nos preguntan acerca de la seguridad de los láseres recreativos, particularmente de tipo puntero o similar. Aunque la mayoría de ellos están muy extendidos y no producen daño apreciable, es conveniente saber que no todos son iguales y las potencias pueden variar sustancialmente, siendo algunas peligrosas. Dado que la industria del entretenimiento evoluciona aumentándolos tipos de láseres y su potencia es preciso que se produzca una regulación eficaz de su consumo y que los profesionales conozcamos sus posibles efectos.
AUTOR:
Pedro Beneyto.
Referencias:
Ziahosseini K, Doris JP, Turner GS. Laser eye injuries. Maculopathy from handheld green diode laser pointer. BMJ. 2010;340:c2982.
Wyrsch S, Baenninger PB, Schmid MK. Retinal injuries from a handheld laser pointer. N Engl J Med. 2010;363(11):1089-1091
Harrington LK, Wigle JC. Ocular laser exposure incident reporting. Mil Med. 2004;169(4):277-281.