Autores:
Felix Gonzalez-Lopez, MD, Rafael Bilbao-Calabuig, MD, Blas Mompean, MD, Victoria de Rojas, MD, PhD, Jorge Luezas, MD, Mohammad Reza Djodeyre, MD, PhD, Jaime Beltran, MD
Resumen
Se trata de un estudio retrospectivo que engloba los 100 primeros implantes del modelo ICL V4c realizados por el mismo cirujano de forma consecutiva, entre Diciembre 2011 y Junio 2012. La PIO fue analizada preoperatoriamente, y el mismo día tras la intervención, a la semana y al mes. Asimismo se evaluaron las complicaciones intra o postoperatorias. La muestra englobó 100 ojos (52 derechos, 48 izquierdos) de 56 pacientes (37 mujeres, 19 hombres). 91 ojos recibieron una pIOL miópica esférica y 9 ojos una pIOL miópica tórica.
El equivalente esférico (SE) preoperatorio era de -9.48 dioptrías (D) ± 3.56 (SD) (rango
-3.37 a -23.12 D). Un mes tras la cirugía el SE fue de -0.25 ± 0.62 D (rango +0.37 a -4.50 D), y el 97% de los ojos tenían una CDVA igual o mejor que la preoperatoria. Ningún ojo perdió 2 o más líneas de visión corregida. 3 ojos perdieron 0,5 líneas de CDVA. A 6 ojos se les realizó posteriormente un bioptic (de ellos 5 habían recibido la lente de mayor potencia disponible – -18D -).
La PIO media cambió de 14.6 mmHg ± 3.4 (SD) (rango 8 a 26 mmHg) preoperatoriamente a 14.5 ± 4.6 mmHg (rango 6 a 30 mmHg) entre 3-6 horas postoperatoriamente, 14.2 ± 4.2 mmHg (rango 6 a 29 mmHg) a la semana, y 12.3 ± 3.4 mmHg (rango 9 a 24 mm Hg) al mes. No se objetivaron cambios estadísticamente significativos (P >0.2) en ninguna medida de PIO postoperatoria. Ningún ojo superó los 30 mmHg en ninguna medida durante el estudio. La PIO sobrepasó los 25 mmHg en 6 ojos de 5 pacientes durante algún momento del postoperatorio, pero al alta ningún ojo superó más de 10 mmHg su PIO basal. Igualmente no se registró ninguna complicación intra o postoperatoria, ninguna pIOL fue explantada ni se objetivó ninguna rotación en las lentes tóricas, y no sucedió ningún cierre angular o bloqueo pupilar.
Comentario
Este trabajo afronta esta última cuestión y refuerza la validez de dicho diseño en cuanto a su potencial para evitar la temida complicación del bloqueo pupilar y mantener los niveles de PIO dentro de la normalidad en el postoperatorio precoz y hasta el mes tras la cirugía.
Aunque ya han pasado dos años tras su entrada en el mercado europeo, y la experiencia clínica nos dice que estos niveles tensionales se mantienen estables sin que el flujo a través del puerto los altere, quedaría pendiente un trabajo a más largo plazo para refrendar esta apreciación clínica.
AUTOR:
Félix González López.
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