Autores:
Michael F. Marmor, MD
Resumen
Una importante diferencia radica en la posibilidad de describir verbalmente la experiencia del sonido, al contario que la experiencia visual, que es difícil de describir de manera objetiva. Ambos tipos de artistas realizan un proceso de creación interna, que se ve modificado por la alteración sensorial. La pérdida visual afecta a la transcripción de esta creación interna, por lo que puede afectar tanto a pintores como a compositores musicales.
La ceguera completa imposibilita la pintura, mientras que la ceguera parcial marca el modo de realización de la misma. Diferentes modelos computarizados permiten simular las patologías que asumimos acompañaron al cambio de estilo de los artistas. Cassat presentó cataratas asociadas a diabetes y su pintura perdió precisión y delicadeza en los detalles de los retratos. Georgia O´Keffe sufrió DMAE y terminó por abandonar la pintura, antes sus lienzos de hicieron cada vez mayores y las imágenes más planas. Se piensa que Degas padeció alguna forma de maculopatía, aunque continuó pintando sus creaciones perdieron precisión, el sombreado se volvió tosco y los rostros perdieron los detalles que caracterizaban sus pinturas. En el caso de Monet tenemos documentado que se intervino de cataratas y en su obra se observa un deterior progresivo del detalle y el color con una recuperación posterior.
Cuando se analizan obras musicales, destaca que la mayor interferencia con la experiencia creativa no se da en la sordera, sino en la presencia de tinnitus persistente. Algunos compositores los registran en sus obras, como el Cuarteto Tinnitus de Brent Michael David. Esto refleja la paradoja que la mayor dificultad para la creación musical no viene del silencio, sino del ruido.
En el artículo, por último, se analiza la repercusión de la pérdida visual en la creación musical. Diferencia la repercusión en caso de pérdida visual temprana o en estados avanzados de la vida. En la primera situación hay una buena adaptación, mientras que en edades avanzadas ha habido una integración visual y auditiva en la creación artística y una mayor repercusión de la pérdida visual.
Como ejemplo de pérdida temprana utiliza el caso de Joaquín Rodrigo, con ceguera a los 2 años por afectación ocular durante la difteria. Intervenido por el Dr. Ignacio Barraquer con escaso éxito, aprendió a leer en braille y empezó a componer en la adolescencia, refiriendo siempre que lo que le resultaba tedioso era la transcrición, no la composición.
Comentario
Conclusión
Las ayudas electrónicas pueden solventar, parcialmente, las dificultades que la pérdida visual implica para la creación musical. No obstante la complejidad interna derivada de cualquier disminución sensorial tiene un reflejo evidente, que no siempre fácil de identificar, en la obra del artista.
AUTORES:
Dr. Javier Benítez del Castillo Sánchez.
Responsable Departamento de Glaucoma
Hospital General del S.A.S. de Jerez
Profesor Asociado de Oftalmología Universidad de Cádiz
María Dolores Morillo Rojas
F.E.A. Oftalmología
Departamento de Glaucoma
Hospital General del S.A.S. de Jerez