En la uveítis intermedia la inflamación se localiza en la cavidad vítrea, que se encuentra entre el cristalino y el fondo del ojo.
Causas
La causa más frecuente es un proceso propio del globo ocular, sin relación con enfermedades generales, que se denomina pars planitis. Otras causas menos frecuentes son la esclerosis múltiple, la sarcoidosis y las enfermedades reumáticas.
Síntomas
En la uveítis intermedia el ojo no suele estar enrojecido y el paciente suele notar visión borrosa por la turbidez del humor vítreo y miodesopsias o “moscas volantes” por la formación de agregados inflamatorios o flóculos en el vítreo que hacen que el paciente vea esas partículas, “moscas” o “telarañas” al mover el ojo. La visión puede llegar a estar bastante disminuida si aparece edema de la mácula, que es la zona central de la retina, responsable de la visión fina y del detalle de las cosas.
Tratamiento
El tratamiento de elección en casos unilaterales son las inyecciones perioculares de corticoides que se realizan en la propia consulta, salvo en algunos niños pequeños que puede ser necesario realizarlas en quirófano. Con frecuencia es necesario repetir estas inyecciones cada 6-8 semanas si han resultado efectivas. En casos bilaterales, o cuando la respuesta a las infiltraciones locales de corticoides no es satisfactoria, puede ser necesario la administración de corticoides por vía oral. Suelen emplearse dosis medias-altas de inicio y se van reduciendo gradualmente. Cuando el proceso se reactiva con el descenso de la dosis de corticoides, puede ser necesario el empleo de fármacos para modular la respuesta inmune, como el metotrexate, la ciclosporina u otros. En casos seleccionados puede ser necesario la eliminación quirúrgica del vítreo (vitrectomía) cuando existen opacidades vítreas persistentes que reducen mucho la visión o algún tipo de tracción sobre la mácula que hace que el edema de la misma no responda al tratamiento.