Definición
El glaucoma neovascular (GNV) es un tipo especial de glaucoma secundario relativamente frecuente y grave que se produce como consecuencia de la formación de nuevos vasos sanguíneos en el iris (Fig. 1).
Causas
Se produce como consecuencia de una falta de oxígeno (isquemia) crónica y mantenida de la retina, lo que estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos en un intento de oxigenar mejor una retina que está isquémica, fenómeno al que se llama neovascularización. Los nuevos vasos se desarrollan por la pared del iris y alcanzan un lugar de la cámara anterior del ojo que se llama trabéculo, por donde se drena el humor acuoso. Estos nuevos vasos acaban por provocar una obstrucción en la circulación del humor acuoso, lo cual desencadena una elevación de la presión del ojo (hipertensión ocular). Si la isquemia se mantiene, el tejido vascular y el fibroso que lo acompaña invade totalmente la zona del trabéculo (Fig. 2) provocando el cierre del ángulo iridocorneal (ángulo cerrado) y una elevación muy importante de la presión intraocular.
Las causas principales que producen este tipo de glaucoma son la oclusión de la vena central de la retina y la diabetes mellitus. La diabetes es una enfermedad crónica que después de años de evolución acaba por dañar los vasos de la retina quedando ésta con una deficiencia de oxígeno mantenida (isquemia). El GNV puede prevenirse a menudo con un tratamiento oportuno de la isquemia de la retina mediante fotocoagulación con láser.
Otras causas que pueden desencadenar un glaucoma neovascular incluyen la enfermedad obstructiva carotídea, la oclusión de la arteria central de la retina, tumores intraoculares, desprendimiento de retina de larga duración y cualquier proceso que provoque inflamación e isquemia intraocular mantenida.
Síntomas
Es la fase más grave, existe dolor importante , disminución de la visión, edema de córnea, distorsión en la forma de la pupila, enrojecimiento y congestión del sector anterior del ojo.
Tratamiento
El tratamiento consiste fundamentalmente en controlar tres aspectos de la enfermedad: la hipertensión ocular, la falta de oxígeno de la retina (isquemia) y el dolor. El procedimiento más empleado es la fotocoagulación panretiniana (Fig. 3) mediante la aplicación de láser, que si se realiza precozmente, tiene un alto grado de éxito para inducir la regresión de los nuevos vasos y prevenir la consiguiente progresión a glaucoma.