Resumen inicial:
La neuropatía óptica anterior no arterítica (NOIANA) es una entidad clínica caracterizada por una pérdida de visión súbita e indolora, que se presenta con edema a nivel del nervio óptico, el cual, en unas semanas, progresa generalmente a mayor o menor grado de atrofia papilar. Se ha sugerido, que la pérdida de visión tras un episodio de NOIANA, depende del grado de afectación de las fibras nerviosas del haz papilomacular (PMB), ya que éstas son las que inervan la mácula.
Resumen
Se diseñó un estudio observacional, prospectivo de corte transversal en el que se incluyeron 29 pacientes que habían presentado NOIANA en un solo ojo, al menos 6 meses antes del inicio del estudio (periodo de tiempo en el que se produce la pérdida neuronal), seleccionando aquellos que cumplían criterios de NOIANA con resolución del edema en 2 meses, y excluyendo a los pacientes con defectos refractivos mayores de 5 D de equivalente esférico o 3 D de astigmatismo, opacidad de medios que interfiriera con la obtención de imágenes, antecedentes de otras enfermedades oftalmológicas o neurológicas o de cirugía intraocular. Se incluyeron ambos ojos en el estudio de modo que el ojo contralateral hizo la función de grupo control.
Se realizó a cada paciente una exploración neuroftalmológica completa y se obtuvo OCT macular y peripapilar con Cirrus y Spectralis.
La edad media de los pacientes fue de 69.6± 10 años y la media de tiempo transcurrido tras el episodio fue de 18.7 meses; el 60.7% eran varones. Los ojos con NOIANA mostraron peor AV y afectación campimétrica que los ojos control. Todas las medidas de espesor de capa de fibras nerviosas, tanto promedio como sectoriales, así como las de espesor macular, se encontraron significativamente reducidas en los ojos con NOIANA. Los ojos afectados mostraron adelgazamiento a nivel macular (P<0.05), de la CGC (P<0.001) y de la IPL (p<0.01) en el análisis con OCT-Spectralis y en el complejo CGC-IPL con OCT-Cirrus; y el promedio de pCFNR y TMT se encontró significativamente disminuido tanto con Cirrus como con Spectralis (P<0.05). Se observó una fuerte correlación entre el adelgazamiento del PMB y de la IPL con la mejor agudeza visual corregida (MAVC). No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre ojos afectados y no afectados a nivel de las capas nuclear interna y externa, plexiforme externa, EPR y fotorreceptores.
Comentario
Entre las herramientas para valorar el espesor retiniano a este nivel, disponemos de: análisis de pCFNR, de TMT y de complejo CGC-IPL, proporcionados por Cirrus y del análisis del PMB, de la IPL y de la CGP, obtenidos con Spectralis.
Todos estos parámetros ponen de manifiesto un adelgazamiento en los casos de NOIANA una vez transcurridos al menos 6 meses tras el episodio agudo, es decir, cuando el daño neuronal y sus consecuentes secuelas ya están establecidos. Por otro lado, se ha objetivado que los parámetros de análisis del PMB, IPL y CGC y del TMT a nivel nasal, se correlacionan fuertemente con la MAVC.
Estos hallazgos se corresponden con el planteamiento de que la pérdida de fibras nerviosas en la NOINA implica además cambios estructurales a nivel macular y del PMB, y con la utilidad de estos parámetros como marcadores de daño visual. Sin embargo, al estudiarse solamente a los pacientes pasados al menos 6 meses del evento isquémico, resulta difícil establecer si estos cambios están ya presentes desde el inicio y permanecen constantes, o si se van modificando a lo largo de la evolución hacia la atrofia óptica. La posibilidad de realizar un análisis a nivel macular o del PMB en un primer momento, cuando aún a nivel de pCFNR encontramos un edema establecido, sería de utilidad como indicador pronóstico del resultado visual final, ya que en esa primera fase, es cuando el clásico pCFNR no es de utilidad, para ello sería interesante conocer el comportamiento de estos parámetros tanto en fase aguda, como durante los primeros meses tras el episodio.
Conclusión
AUTOR:
Carmen Rubiera Alija.
Residente de tercer año, Hospital Universitario Central de Asturias.