Autores del artículo original:
Paula Anne Newman-Casey, MD, MS, Alan L. Robin, MD, Taylor Blachley, MS, Karen Farris, PhD, Michele Heisler, MD, MPA, Ken Resnicow, PhD, Paul P. Lee, MD, JD
Resumen
A pesar de la potencial ceguera por glaucoma, la adherencia al tratamiento varía entre el 30% y el 80% según las series. Es imprescindible identificar los factores relacionados con el bajo cumplimiento. Los autores plantean identificar los elementos limitantes en cada paciente individual, así como elementos comunes sugestivos de mayor riesgo de incumplimiento. También plantean el desarrollo de ayudas orientadas a facilitar el cumplimiento.
Comentario
Estudio transversal mediante encuesta. Reclutan pacientes en dos clínicas especializadas en glaucoma, en Michigan y Baltimore, entre Enero y Abril de 2013; los pacientes usan al menos un hipotensor ocular. Deben estar interesados en responder una encuesta, con la ayuda de personal auxiliar entrenado. Obtienen un 69% de respuestas en los cuestionarios entregados, lo que supone 190 devueltos de 273 proporcionados; 5 devueltos sin rellenar, que se excluyen.
La encuesta consta de 33 preguntas, que se contestan en 20 minutos aproximadamente. Se diferencian 4 partes: datos demográficos, 11 barreras para el cumplimiento, escala Morisky de adherencia, interés en dispositivos para la aplicación de medicación. En la segunda parte usan una escala visual para calificar su opinión sobre cada posible dificultad entre “muy en desacuerdo” y “muy de acuerdo”, existiendo 5 posibles grados. 10 de las opciones son las más frecuentemente recogidas en la literatura, y se añade el estrés como opción 11. La escala Morisky está desarrollada para la autoevaluación del cumplimiento en tratamientos crónicos, una puntuación superior o igual a 2 se considera no adherencia al tratamiento.
Para las variables continuas usan la media y la desviación estándar; y frecuencias y porcentajes para las variables categóricas. La mayoría de los sujetos responden “muy en desacuerdo” o “muy de acuerdo”, por lo que convierten las variables en dicotómicas para el análisis.
Según la escala Morisky hay un 26.5% de no cumplidores, inferior al 30% que recoge la literatura. Si consideramos, además de los estudios de autoevaluación, los basados en registros electrónicos el cumplimiento varía entre 5-80%.
Hay diferencia significativa en cuanto a la edad (61,5±17,3 no cumplidores frente 66,3±14,4 cumplidores P=0,006); no hay diferencia significativa en género, tiempo de diagnóstico, número de fármacos, estado general, estado visual, nivel educativo o vivir solo.
Entre los sujetos considerados cumplidores, las barreras identificadas como más importantes son el escepticismo respecto a la perdida visual en el glaucoma (51%), la falta de confianza en la eficiacia del tratamiento para prevenir dicha pérdida (51%), falta de conocimiento acerca del glaucoma (40%). 1/3 no presenta dificultades para el cumplimiento; 12% tiene solo una y 55% múltiples.
Entre los cumplidores; destacan los olvidos (62%), percepción de poca eficacia (59%), escepticismo sobre pérdida visual en el glaucoma (52%), escepticismo sobre la prevención de la medicación en la misma (50%), e insuficiente conocimiento sobre glaucoma (50%). 14% no recogen dificultades, 6% una única dificultad y 80% múltiples.
El 18% se muestran interesados en dispositivos que faciliten el cumplimiento, un porcentaje similar refieren dificultades para administrarse las gotas: 24% no consiguen acertar en los ojos, 18% no controlan el número de gotas, 10% tienen dificultad para mantener apretado el bote, 10% no controlar el parpadeo, 5% no consiguen apretar el bote. El 46% no tienen dificultades para la administración del tratamiento.
Conclusión
De este estudio se deduce que cada sujeto tiene sus propias barreras en relación con el cumplimiento terapéutico, la mayoría de ellos (62%) registran más de una como importante. A mayor número de barreras reconocidas, mayor probabilidad de que el sujeto sea no cumplidor.
Algunas de la opciones, como el olvido, son mejor consideradas socialmente. Los pacientes quieren ser percibidos como cumplidores por su médico, por ello los registros electrónicos reflejan menor adherencia al tratamiento que los cuestionarios personales. Sorprendentemente los no cumplidores no presentan más dudas en relación con la pérdida de visión en el glaucoma o la eficacia de las gotas frente a los cumplidores.
Los autores recogen la importancia de aumentar la percepción de utilidad del tratamiento por parte de los pacientes, para lo que resaltan la necesidad de enseñanza a cargo de los profesionales de la repercusión del glaucoma no tratado en la calidad de vida futura.
El mayor interés del estudio reside en las dudas que plantea en relación con los elementos que dificultan el cumplimiento en los pacientes. Reconocen las limitaciones, tales como la mayor tendencia de los pacientes cumplidores en participar en el estudio o que los pacientes acudan a centros especializados en glaucoma, por lo que es de esperar una mayor concienciación. No se valora la implicación del número de tratamientos en el grado de cumplimiento ni se tienen en cuenta el grado de deterioro al momento de la inclusión en el estudio.
Lo más interesante del estudio es que destaca la necesidad de individualizar el seguimiento de los pacientes intentando averiguar las dificultades reales que se encuentran a la hora de seguir los tratamientos, y plantear posibles estrategias para salvarlas.
AUTORES:
María Dolores Morillo Rojas
F.E.A. Oftalmología
Departamento de Glaucoma
Hospital General del S.A.S. de Jerez
Dr Javier Benítez-del-Castillo Sánchez
Responsable Departamento de Glaucoma
Hospital General del S.A.S. de Jerez
Profesor Asociado de Oftalmología
Universidad de Cádiz