Autores del artículo original
Knickelbein JE, Tucker WR, Bhatt N, Armbrust K, Valent D, Obiyor D, Nussenblatt RB, Sen HN. Am J Ophthalmol 2016; 172: 104-110.
Resumen
Objetivo: Evaluar la seguridad y potencial eficacia de Gevokizumab, un anticuerpo monoclonal anti Interleuquina-1β, en el tratamiento de escleritis anterior activa no necrotizante, no infecciosa.
Métodos: Se trata de un ensayo clínico fase I/II no aleatorizado prospectivo en que se incluyeron ocho pacientes con escleritis anterior activa no necrotizante, no infecciosa y grado de inflamación escleral de +1 a +3 en al menos un ojo. En un paciente se incluyeron los dos ojos, para un total de nueve ojos (cuatro ojos con +1, un ojo con +2 y cuatro con +3). Los pacientes recibieron una inyección subcutánea de 60 mg de Gevokizumab en la visita basal y una nueva inyección cada cuatro semanas durante 12 semanas. Se realizó una completa exploración física y ocular en cada visita. La variable principal de resultado fue una reducción de al menos dos grados, o reducción a grado cero, de inflamación escleral según una escala estandarizada de 0 a 4+ mediante fotografías de clasificación de la escleritis, en la semana 16 en relación al basal. Las variables secundarias fueron cambios en agudeza visual, presión intraocular y tendencia en clasificación de la escleritis. Los participantes que cumplieron la variable principal fueron elegibles para continuar el estudio hasta 52 semanas y recibir inyecciones adicionales de Gevokizumab cada cuatro semanas hasta la semana 36, seguido de dos visitas de seguridad en la semana 40 y 52.
Resultados: Siete ojos de siete pacientes cumplieron la variable primaria de resultado en una mediana de tiempo de dos semanas tras la primera inyección de Gevokizumab. No se observaron cambios en la agudeza visual o presión intraocular. No hubo efectos secundarios graves relacionados con el fármaco en estudio. Se comunicaron un total de 43 efectos adversos, un 93% descritos como leves, 95% no oculares y solo un 14% considerados relacionados con el tratamiento en investigación.
Conclusiones. Los resultados de este pequeño estudio sugieren que el bloqueo de Interleuquina-1β usando Gevokizumab puede ser beneficioso en el tratamiento de escleritis anterior no infecciosa activa y que el Gevokizumab es bien tolerado. Se requieren estudios aleatorizados con más pacientes para determinar la verdadera eficacia del Gevokizumab en el tratamiento de la escleritis anterior no necrotizante.
Comentario
El tratamiento de las escleritis anteriores no infecciosas puede requerir del uso de corticoides o inmunosupresores sistémicos, sobre todo en formas moderadas o graves (inflamación escleral ≥ 2+). Numerosas dianas moleculares se han empleado, siendo una de ellas la Interleuquina-1β. De hecho, el uso de Anakinra (que bloquea los receptores de Interleuquina-1β) en casos de escleritis en pacientes con artritis reumatoide se ha demostrado eficaz. El Gevokizumab es un fármaco en desarrollo que actúa como anticuerpo monoclonal de la Interleuquina-1β, cuya eficacia en uveítis autoinmune no fue demostrada en ensayos clínicos aleatorizados. Los autores, con este pequeño estudio (tan sólo nueve ojos) pretenden estudiar, de forma preliminar, la eficacia y seguridad de esta nueva molécula en el tratamiento de la escleritis anterior activa no necrotizante, no infecciosa. Para ello incluyeron pacientes con inflamación escleral ≥ 1+ empleando la escala NEI de clasificación de la escleritis. A mi entender, tratar con un fármaco así una escleritis grado 1+ es algo exagerado, pues habitualmente esos pacientes responden bien a AINEs o corticoides orales. La variable principal, objetivo, es la empleada habitualmente en estudios de escleritis, con una reducción de al menos dos grados o paso a grado 0+. Dos de los ocho pacientes tenían una enfermedad sistémica concurrente (AR y LES) y seis de ellos habían recibido corticoides, inmunosupresores o fármacos biológicos previamente. Dos de ellos sólo habían recibido previamente tratamiento con AINEs orales (indometacina), con lo que se pasó directamente a tratamiento con un biológico sin paso previo por corticoides orales (el artículo no especifica el grado de inflamación escleral de estos pacientes, aunque es probable que fuesen dos de los cuatro con inflamación grado 1+).
Siete de los nueve ojos cumplieron el objetivo principal. Los dos ojos que no lo cumplieron partían de una inflamación escleral de 3+, por lo que el grado de eficacia en este grado de inflamación fue del 50% (grado en el que realmente se haría necesario el uso de este tipo de fármacos). Dado el escaso número de pacientes no es posible sacar conclusiones sobre ningún patrón de respuesta al fármaco. Además, la compañía decidió detener la investigación con Gevokizumab con indicación oftalmológica (tras pobres resultados en ensayos clínicos en uveítis no infecciosas en los que participamos), por lo que el estudio de extensión quedó incompleto.
El perfil de seguridad del fármaco fue bueno, siendo la mayoría de los efectos adversos observados leves, no oculares y no relacionados con el propio fármaco.
El propio diseño del estudio marca sus limitaciones, al tratarse de un estudio preliminar no controlado y con bajo número de pacientes. Parece difícil poder realizar ensayos clínicos grandes y aleatorizados tras la decisión ya comentada tomada por la compañía.
Conclusiones
El estudio sugiere la eficacia y seguridad del Gevokizumab en el tratamiento de la escleritis anterior activa no necrotizante, no infecciosa, con las reservas propias del bajo número de pacientes, la ausencia de grupo control y la respuesta discreta en pacientes con inflamación escleral grado 3+.
Firma del autor
Pedro Arriola-Villalobos
Hospital Clínico San Carlos. Madrid