91 544 80 35 - 91 544 58 79

Autores:
Kim M, Kim H, KwonHJ, Kim SS, Koh HJ, Lee SC

El compromiso coroideo en la enfermedad de Behçet es un hecho constatado no sólo mediante los estudios histopatológicos sino también gracias a las pruebas de imagen como la angiografía con fluoresceína (AFG) o el verde indocianina (ICGA) o incluso la a veces olvidada ecografía en modo A. La enhanced depth imaging-optical coherence tomography (EDI-OCT) ha surgido en los últimos años como una nueva herramienta diagnóstica que permitiría lograr una imagen de alta resolución de las estructuras más profundas como la coroides. Su empleo en sujetos sanos así como en aquellos afectados por ciertas patologías (entre ellas la miopía magna o la DMAE) ha permitido reconocer las características anatómicas de esta estructura así como sus modificaciones en ciertos trastornos. Este trabajo coreano emplea por primera vez la EDI-OCT en pacientes con uveítis en el contexto de la enfermedad de Behçet para reconocer los cambios existentes a nivel coroideo.

Resumen

Se seleccionaron 30 pacientes con Behçet y uveítis posterior bilateral, excluyéndose aquellos con errores refractivos superiores a ±3.00D, opacidad de medios que interfiriera con la obtención de imágenes, fases terminales de la enfermedad con atrofia coriorretiniana severa, antecedente de cirugía intraocular o refractiva en el último año o presencia de otras procesos oftalmológicos. Como control se escogieron a su vez a 30 individuos sin antecedentes médicos ni oculares de interés y con las mismas características demográficas (edad, sexo y equivalente esférico). Así mismo, se seleccionaron 13 sujetos con Behçet unilateral para comparar los hallazgos obtenidos en ambos ojos. Se obtuvo de cada paciente una imagen mediante EDI-OCT (OCT Spectralis, Heidelberg Engineering, software versión 5.3) tanto durante la fase aguda de la enfermedad como en la fase quiescente, determinando en cada caso y en los controles, el grosor de la coroides a nivel subfoveal. De cada uno de los 30 pacientes se analizó además la AFG, categorizando los hallazgos sobre la vasculatura retiniana en cuatro grados (0: no tinción ni extravasación; 1: extravasación leve; 2: moderada; 3: severa).

Comentario

La edad media de los pacientes con uveítis bilateral posterior por Behçet fue de 47 años y el equivalente esférico de -0.9±1.1. No hubo diferencias en términos de edad, sexo o error refractivo entre éstos y sus respectivos controles. La duración media de la enfermedad ocular fue de 6.4±3.3 años. Durante la fase aguda, el grosor coroideo subfoveal fue de 398.77±157.39 micras, reduciéndose un 15.3% durante la fase quiescente. El grosor durante la fase de inactividad fue, pese a todo, mayor en comparación con los controles sanos (356.72±141.09 vs 259.96±65.16 micras). Respecto a los hallazgos angiográficos, durante la fase aguda el grado promedio de extravasación vascular fue de 2.11 (rango: 1-3) reduciéndose a 0.25 (rango 0-1) en la fase quiescente; demostrándose una asociación estadística entre dichos hallazgos y los obtenidos por EDI-OCT en términos de grosor coroideo. En el estudio de los 13 pacientes con afectación monocular, el análisis mediante EDI-OCT no reveló diferencias entre los grosores del ojo afectado y el contralateral, siendo en cualquier caso mayores a los de los controles sanos. Finalmente, no se demostró relación entre la duración o la severidad de la uveítis y el grosor coroideo.

Conclusión

El mecanismo fisiopatológico preciso que subyace en la enfermedad de Behçet se desconoce si bien diversas evidencias clínicas han confirmado la presencia de alteraciones coroideas. Así, los estudios postmortem han revelado la existencia de una infiltración coroidea focal y difusa de linfocitos T CD4+ y macrófagos, así como el depósito de inmunoglobulinas y complemento. Esta infiltración leucocitaria a nivel de la vasculatura coroidea y retiniana sería causa a su vez de la fuga y la hiperfluorescencia coroidea detectadas mediante AFG e ICGA y el depósito de células y exudados justificaría finalmente el aumento del grosor coroideo en ecografía. Frente a la invasividad de las técnicas angiográficas, las limitaciones técnicas de la ecografía y la imposibilidad de realizar estudios histopatológicos in-vivo, la EDI-OCT representaría una herramienta eficaz, rápida, segura y potente en la identificación de alteraciones coroideas en la enfermedad de Behçet y su posterior monitorización. De acuerdo con los resultados de este trabajo y con las evidencias previas, los pacientes con uveítis por Behçet presentan un engrosamiento coroideo que se reduciría durante la fase quiescente pero sin alcanzar nunca los valores de los controles sanos, lo que podría revelar la existencia de una inflamación subclínica que podría preconizar nuevos brotes agudos.

Del mismo modo, en pacientes con afectación clínica monocular, parece existir afectación del ojo adelfo aún en ausencia de inflamación aparente a la exploración funduscópica o angiográfica. Aunque los hallazgos son claramente sugerentes e interesantes, los autores reconocen ciertas limitaciones en su trabajo y recomiendan profundizar en sus resultados mediante futuras investigaciones que permitan dilucidar por ejemplo, si la afectación coroidea en el Behçet es primaria o secundaria a la inflamación retiniana, si el engrosamiento coroideo es difuso o está limitado al espacio subfoveal o si el número de brotes podría condicionar también un mayor grosor a expensas de la fibrosis secundaria.

AUTOR:
Raquel Salazar Méndez.
Hospital Comarcal de Jarrio, Asturias

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. ACEPTAR

Aviso de cookies