Se trata de un estudio comparativo de serie de casos que examina si el campo visual (CV) muestra fluctuaciones estacionales como lo hacen los valores de presión intraocular (PIO) y busca determinar si esas fluctuaciones se pueden correlacionar con los efectos estacionales de la PIO.
Resumen
Se revisan un total de 33873 visitas de 1636 participantes en el OHTS que se dividen en 6 zonas geográficas diferentes según la climatología prevalente en sus localidades. En cada visita se realizaban exámenes de perimetría automática estándar en cada ojo así como medidas de PIO. Se diseñan modelos de regresión lineal para buscar efectos sinusoidales periódicos en el cambio de la desviación media en el CV desde la última visita (∆DM) y en la PIO, tanto en el global como en cada zona geográfica.
En el análisis global de los datos se encuentra un efecto estacional significativo en el ∆DM de magnitud 0.06 dB, con un pico en Febrero (P < 0.001). Cinco de las 6 zonas geográficas muestran efectos estacionales significativos de ∆DM, haciendo picos entre Enero y Abril, de una magnitud entre 0.004 dB (P < 0.049) y 0.21 dB (P < 0.001). Además las zonas con mayores variaciones climáticas muestran efectos estacionales más importantes en el ∆DM. Todas las 6 zonas muestran efectos estacionales en la PIO, con picos en Enero o Febrero, de magnitud entre 0.14 y 0.39 mmHg (P < 0.02 en todos los casos). No obstante, no hay evidencia de una asociación significativa entre la magnitud y momentos de los picos de estos dos efectos estacionales.
Comentario
Este estudio utiliza datos del OHTS para determinar si las fluctuaciones cíclicas estacionales conocidas de la PIO afectan a la sensibilidad de los CV. Pero este análisis se hace de forma retrospectiva y los propios autores reconocen que no es la manera más adecuada para valorar la presencia de estos efectos estacionales. Para conocer la existencia de estacionabilidad y la magnitud de ésta en esos factores se precisaría entre otras cosas de un diseño prospectivo específicamente que incluyera un mayor número de visitas en las cuatros distintas estaciones, y no sólo dos veces anuales como ha sido el caso, y contar con la posibilidad de conocer si otros factores como la severidad del daño pudiera afectar a esta variabilidad.
Conclusiones
La causa de estos efectos estacional aún no se conoce y requerirá futuras investigaciones con idea de reducir la variabilidad que comentábamos y aprender más sobre la patofisiología del glaucoma. Puede, según el autor de este comentario, que además de realizar estudios de CV y tomas de PIO a nuestros pacientes hagamos bien en preguntarnos qué tiempo hace.
AUTOR:
Dr Javier Benítez-del-Castillo Sánchez.
Responsable Departamento de Glaucoma
Hospital General del S.A.S. de Jerez.
Profesor Asociado de Oftalmología Universidad de Cádiz