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Autores del artículo original:

Rashmi G. Mathew, Beng T. Goh, and Mark C. Westcott.

Resumen del artículo:

Estudio prospectivo de vigilancia de pacientes diagnosticados durante 2 años en Reino Unido, mediante “Notificación de tarjeta amarilla” a autoridades sanitarias, envió de cuestionario a los investigadores y cumplimentación de cuestionario. El periodo a estudio fue: mayo 2009- mayo 2011.

La definición de caso fue: cualquier adulto con inflamación ocular, pruebas treponémicas positivas, RPR / VDRL y positividad de reacción enzimática o aglutinación de treponema pallidum . Quedaron excluidos: sífilis tardía, sífilis tratada, otras infecciones treponémicas y ratios de RPR/VDRL <1:8, para investigar sífilis temprana en inflamación ocular.

La clasificación anatómica se basó en los criterios SUN. El cuestionario recogió datos de: demografía, presentación sistémica, agudeza visual (AV), hallazgos oculares a la exploración y pruebas serológicas. Finalmente los datos fueron analizados con el IBM SPSS 21.0, y los diferentes tipos de AV tomada fueron transferidos a log MAR.

Comentario al artículo:

Muestra de 41 pacientes y 64 ojos, 22 pacientes el primer año y 19 el segundo año. La incidencia anual estimada fue de 0,3 casos por millón.

La población del estudio fue: 37 varones y 4 mujeres. En relación a la orientación sexual 51,2 % eran homosexuales, 22 % heterosexuales y 22 % indeterminados y el 9% bisexuales.

La duración media de los síntomas fue de un mes, (rango de 0 días a 4 meses). Bilateral en el 56% de los casos, y AV media de 0,52 log Mar (20/63 Snellen) , mientras que en los casos unilaterales fue de 0,65 logMar (20/90 Snellen) . No existió relación entre AV y duración de síntomas o positividad de VIH.

El signo más frecuente de presentación fue la uveítis anterior (26%) seguido de la vitritis (24%) y la retinitis (14%) mientras que los diagnósticos más frecuentes fueron de panuveítis (41%) y neuritis óptica (22%). y uveítis posterior (13%). La uveítis anterior (UA) aislada sólo se dio en el 9,5% de los casos, sin embargo UA ocurrió en el 69,8% de total. En el 54% tuvo inflamación posterior, 12,7% como uveítis posterior pura y 41,3% formando parte de panuveitis. El hallazgo de segmento posterior más común fue la vitritis con un 65,1%.

Signos de enfermedad sistémica tales como: rash generalizado, lesiones en mucosa o adenopatías generalizadas, fueron encontrados en el 29, 3%, no discriminándose el estadio. En el 31,7% no se encontraron signos y destaca que en el 39% no se informó la presencia o ausencia de síntomas. Todos fueron derivados al urólogo.

La positividad a HIV fue del 31,7%, negativo en el 58,5% e indeterminado en el 9,8%. La edad media de los pacientes positivos fue de 38,6 años y de los negativos 54,6 años. Destaca la no comunicación de la inmunocompetencia de los pacientes, nivel de CD 4 ni carga viral de los pacientes seropositivos. No sabemos cuántos han sido diagnosticados de novo. Todos los VIH positivos fueron varones, reforzando su relación con la población homosexual masculina.

Los valores medios de VDRL eran el doble en pacientes VIH (1:256) que en no VIH (1:128).

La AV final tras el tratamiento antibiótico no se relacionó con la AV previa o posterior. La positividad VIH no se relacionó con la AV final. Sólo 4 ojos (6,3%) tuvieron peor AV final, todos tenían afectación posterior.

Conclusión:

Este trabajo supone el estudio prospectivo sobre sífilis ocular más grande de la era post- penicilina. Es el primer registro nacional que se publica y estima una incidencia anual de 0,3 pacientes por cada 1.000.000 habitantes y un riesgo de padecer sífilis ocular del 0,6% en pacientes con sífilis. La baja incidencia se puede deber a campañas de salud.
Destaca la proporción hombre: mujer de 9:1, debida posiblemente a la población homosexual masculina. Además el 51,2 % del total era población homosexual masculina.
El gran porcentaje de VIH positivo (31,7%) apoya la alianza VIH- Sífilis, haciendo obligatorio realizar tests de VIH a todos los pacientes con sífilis.

El diagnóstico más frecuente fue de panuveítis (41%), neuritis óptica (22%) seguido de uveítis posterior (13%).

Muy importante es señalar que los resultados visuales finales no dependen de la positividad VIH o el tiempo de evolución. El 92% finalizó con AV mejores de 20/40 Snellen.

Como hallazgo inesperado el ojo izquierdo fue más afecto que el derecho, no se sabe el porqué de esta lateralización.

Es necesario un alto índice de sospecha de sífilis ocular ante toda inflamación ocular, para evitar exploraciones innecesarias, por ello siempre debería ser excluida. Es importante una buena coordinación con urología para un seguimiento transversal.

Autor del comentario: 
Israel Gómez Sánchez..
Hospital Perpetuo Socorro, Badajoz.

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