Autores
Nishant G Soni, Bennie H Jeng
Resumen
Los autores realizan una revisión de la literatura sobre la eficacia y seguridad del uso de productos derivados de la sangre, como el colirio de suero autólogo, en el tratamiento de las enfermedades de la superficie ocular. Los trabajos analizados siguen la evolución de estas terapias y comienzan con la serie de casos publicada por Ralph en 1975 y el estudio de Tsubota de 1999 que dio pie a la difusión del tratamiento.
El artículo diferencia tres tipos de derivados sanguíneos y comenta los resultados que se obtienen con su uso en diferentes patologías como ojo seco, defectos epiteliales persistentes (DEP) o enfermedad injerto contra huésped (EICH).
El Colirio de suero autólogo es la terapia de la que hay más ensayos clínicos prospectivos controlados randomizados (RCT). Los resultados ofrecen mejorías en los test de diagnósticos de ojo seco como la citología de impresión y en la puntuación del cuestionario para ojo seco «ocular surface disease index» (OSDI) que mejora un 50% tras 2 semanas de uso del colirio de suero autólogo versus el tratamiento convencional con lágrimas artificiales. Para el defecto epitelial persistente parece ser muy efectivo (92% de cicatrización en 22,4 días) si bien los tamaños muestrales (n=25 el mayor) de los estudios son bajos y existe cierta reserva por el riesgo de infección al utilizar un derivado sanguíneo sin conservantes en una barrera epitelial deficiente
Se hace mención a los preparados alogénicos de suero como una opción para pacientes que no pueden optar al suero autólogo por su patología concomitante (anemia) potencialmente igual de eficaz que el suero autólogo y de demostrada eficacia. El suero del cordón umbilical también sería una alternativa en estos casos especialmente para pacientes con enfermedad de injerto contra huésped además de una terapia eficaz para erosiones corneales recurrentes y quemaduras químicas.
Las preparaciones de plasma derivado de plaquetas demuestran ser eficaces para el tratamiento de los defectos epiteliales persistentes con un 85% de cicatrización en 10.9 semanas de tratamiento (n=20). De estos pacientes, en 6 de ellos había fracasado previamente la terapia con suero autólogo.
Concluyen que el uso de terapias derivadas de la sangre humana va a seguir extendiéndose de forma paralela a la literatura científica publicada. Los derivados de cordón umbilical y plasma rico en plaquetas serían una opción más viable ya que se pueden preparar más fácilmente
Comentario
Esta revisión viene a corroborar los resultados positivos que se obtiene con el uso tópico de derivados sanguíneos en el tratamiento de las afecciones de la superficie ocular si bien existen ciertas limitaciones a la hora de considerar la evidencia científica que los sustenta.
El tratamiento con colirio de suero autólogo ha sido ampliamente utilizado desde hace años para los pacientes con ojo seco y DEP. Es del que se tienen más ensayos clínicos realizados y con mayor número de pacientes. Llama la atención que en muchos de ellos se utilice como placebo para el tratamiento del grupo control lágrimas artificiales. Esto genera dificultad para enmascarar los tratamientos ya que tienen distinto color y al preservarlas en frío , distinta viscosidad. También provocarían un fuerte efecto placebo ya que podrían aliviar la sintomatología por si mismas. De hecho no se encuentran diferencias en el tiempo de rotura lagrimal ni en la tinción de fluoresceína (escala de Oxford) entre los grupos de tratamiento y control en los dos últimos RCT publicados por Urzua et al y Celebi et al. Además existe gran variabilidad en los protocolos de preparación entre los diferentes centros lo que hace que los resultados sean difícilmente comparables. En el artículo se especifica que el coste del tratamiento por paciente y por año usando el protocolo de preparación del NHS inglés sería de 4000 dolares y siguiendo el americano de 800. En cuanto a las tasa de contaminación de las muestras también son muy variables y está entre el 0% y el 55%.
El suero de cordón umbilical parece una alternativa prometedora para aquellos pacientes con EICH o SS en los que el uso de suero antólogo no sea recomendable por la presencia de citoquinas proinflamatorias además de un posible tratamiento de primera línea en los casos de quemaduras químicas.
Los concentrados de plaquetas se encuentran en los estadios iniciales de evaluación pero parecen más eficaces que el suero antólogo en el tratamiento de los DEP.
Se necesitan más estudios con protocolos de preparación estandarizados para obtener datos más definitivos sobre la eficacia de estas terapias y extender su utilización en la práctica clínica diaria.
Autor
Emilio Dorronzoro Ramírez, MD
Hospital Universitario del Henares