El etanol se emplea de forma habitual en el manejo de diversas patologías de la superficie ocular por su capacidad para delaminar el epitelio corneal. La queratectomía fotorefractiva, las queratitis infecciosas o las erosiones corneales recurrentes constituyen algunas de sus indicaciones más frecuentes, si bien sus efectos tóxicos sobre la superficie ocular apenas se han estudiado.
Resumen
Se observó un marcado incremento en la producción de LDH tras la exposición al etanol, sostenido durante al menos 48 horas, lo que confirmaría su ya supuesto efecto tóxico inmediato. Del mismo modo, se pudo constatar una reducción del número de células viables de forma dosis-dependiente y atribuible tanto a una disminución de la proliferación celular como a un aumento de la apoptosis, mantenida durante al menos 72 horas tras la exposición. Tanto la inmunohistoquímica como la RT-PCR confirmaron una reducción en la expresión de marcadores específicos corneo-limbares durante 24-48 horas y finalmente se pudo constatar un aumento de la expresión de citoquinas proinflamatorias (IL-1β, IL-6, IL-8, MMP-9, CCL2) tanto en las células epiteliales como estromales expuestas.
Comentario
El etanol no sólo ejerce efectos citotóxicos directos sobre el epitelio corneal sino que además interfiere sobre la viabilidad celular mediante la promoción de la apoptosis y la inhibición de los mecanismos proliferativos. Estos efectos sobre el ciclo celular así como su capacidad para aumentar la expresión de citoquinas y quimiocinas proinflamatorias parecen prolongarse hasta 72 horas después de la exposición.
Dichos efectos podrían causar una depleción de células progenitoras límbicas especialmente en sujetos predispuestos, si bien los hallazgos obtenidos in vitro pueden diferir de aquellos producidos in vivo, donde el sistema fagocítico mononuclear podría limitar la propagación de señales proinflamatorias, promoviendo la resolución del proceso.
Conclusión
AUTOR:
Raquel Salazar Méndez
Servicio Oftalmología, Hospital Jarrio, Asturias