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Resumen

El presente estudio, de un grupo de investigadores del Hospital Miguel Servet en Zaragoza, trata de dilucidar la relación entre puntuaciones en escalas funcionales de pacientes con enfermedad de Parkinson y el grosor retiniano medido por tomografía de coherencia óptica.

Las alteraciones motoras son la manifestación fundamental de la enfermedad de Parkinson pero hay otras manifestaciones no motoras en las que la afectación visual está incluida. La estadificación de la enfermedad, así como la monitorización de la progresión de la misma tiene valor no sólo como método de clasificación de los pacientes sino también para indicar diferentes métodos terapéuticos y valorar la respuesta a los mismos.

La medición del grosor de la capa de fibras nerviosas retinianas mediante OCT se ha visto útil en otras enfermedades neurodegenerativas, quizá la más estudiada sea la esclerosis múltiple. En la enfermedad de Parkinson ya se había mostrado el menor grosor de dicha capa en el área macular frente a individuos sanos, sin embargo la correlación con el estado funcional del paciente no había sido establecida hasta el momento.

Se estudiaron 153 pacientes con enfermedad de Parkinson y 242 pacientes sin la enfermedad. En este estudio se utilizan tres diferentes escalas para la clasificación funcional de los pacientes, la escala Hoehn y Yahr, la escala de Schwab-England para las actividades de la vida diaria y la escala unificada de clasificación para la enfermedad de Parkinson, HY, Schwab-England ADL y UPDRS respectivamente, por sus siglas en inglés. La medición retiniana se realizó con dos equipos de OCT de dominio espectral, Cirrus (Carl-Zeiss Meditec) y Spectralis (Heidelberg Engineering). Se analizó el grosor macular y el espesor de la capa de fibras nerviosas retiniana peripapilar usualmente utilizado en pacientes con glaucoma. Además con Spectralis se utilizó un nuevo software especialmente diseñado para el análisis de enfermedades neurodegenerativas.

Se encontró una significación estadística en el grosor macular y de diferentes sectores de la capa de fibras nerviosas retinianas, siendo menor en los pacientes con enfermedad de Parkinson. También la severidad de la enfermedad medida con las diferentes escalas muestra correlación inversa con el grosor retiniano en ciertos sectores analizados.

Comentario

La enfermedad de Parkinson, al igual que otras enfermedades neurodegenerativas como pueden ser la esclerosis múltiple o la enfermedad de Alzheimer pueden mostrar cambios también en las capas de fibras nerviosas retinianas. Esta afectación, gracias a los modernos equipos de tomografía de coherencia óptica, puede ser fácil y económicamente explorada. La accesibilidad de las imágenes retinianas hacen muy interesante cualquier esfuerzo por relacionar hallazgos en la exploración del fondo de ojo con el estado y la evolución de dichas enfermedades.

En el estudio que tratamos hoy se corrobora la observación ya hecha previamente de que la enfermedad de Parkinson conlleva un adelgazamiento medible en la capa de fibras nerviosas retinianas y en el espesor macular. Además tiene el valor añadido de relacionar la magnitud del adelgazamiento con la severidad de la enfermedad establecida mediante diferentes escalas validadas.

Un problema fundamental que puede acontecer al intentar trasladar estos resultados en condiciones ideales a los de la práctica clínica diaria es la coexistencia de diferentes alteraciones oculares que también pueden afectar a la medición de los espesores retinianos. Así pues el glaucoma que es una enfermedad bastante prevalente y que también aumenta su frecuencia con la edad puede artefactar estas medidas, otras patologías como la retinopatía diabética, la miopía magna, la degeneración macular asociada a la edad o la existencia de cicatrices retinianas o atrofia pueden del mismo modo hacer no viable la medición de los espesores retinianos. Por otro lado está la presencia de opacidad de medios, fundamentalmente cataratas o la dificultad de obtener imágenes de buena calidad por la colaboración del paciente afecto de una disfunción motora importante.

El adelgazamiento de capas además depende del método utilizado de medida, del aparato y es en ciertos sectores concretos dependiendo del equipo y de la estrategia utilizada dificultando también su estandarización para la multitud de equipos presentes en el mercado.

Parece que sería interesante evaluar longitudinalmente la progresión del adelgazamiento para cada individuo e intentar establecer tasas de progresión de la enfermedad dado que parece que la severidad de la misma está relacionada con el adelgazamiento retiniano. Así al modo de los modernos software utilizados en glaucoma podríamos ser capaces de predecir la evolución de la enfermedad y monitorizar los efectos de las intervenciones terapéuticas.

Conclusión

La enfermedad de Parkinson se asocia con un adelgazamiento del espesor macular y de la capa de fibras nerviosas retiniana medidos mediante tomografía de coherencia óptica.

Existe una correlación entre la severidad de la enfermedad evaluada con diferentes escalas clínicas y el adelgazamiento retiniano.

AUTOR:
Jesús Zarallo Gallardo.
Doctor en Medicina.
Hospital Universitario del Henares

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