Resumen
En este trabajo se comparan retrospectivamente dos tipos de tratamiento de la endotropía infantil: la toxina botulínica y la cirugía.
En un periodo de 3 años se reunieron 51 pacientes que cumplían criterios de inclusión: comienzo de la endotropía antes de los 6 meses de edad, edad de tratamiento antes de los 24 meses y un periodo de seguimiento < de 48 meses, sin hiperfunción de los oblicuos inferiores, anomalías neurológicas, y descartando esotropía acomodativa y anisometropía > de 2 D.
25 casos fueron tratados con toxina botulínica con un rango de 1 a 3 inyecciones en ambos rectos medios, 4 unidades en la primera inyección y 2,5 unidades en las reinyecciones. Un total de 16 pacientes recibieron sólo 1 inyección bilateral, y 12 consiguieron ortoforia. La reinyección fue requerida en 9 (2 necesitaron 3 inyecciones).
26 casos fueron operados con recesión de rectos medios graduando la cirugía según el ángulo de desviación.
La desviación media preoperatoria fue similar en ambos grupos.
El grupo de toxina consiguión un 68% de buenos resultados motores, ortoforia o < de 10 dp sin ninguna hipercorrección, con un periodo de seguimiento de 75 meses. El grupo quirúrgico consiguió un 77% de buenos resultados, 3 casos tuvieron una esotropía residual y 3 una exotropía consecutiva, con un periodo de seguimiento de 84 meses. 8 casos tuvieron que se reintervenidos.
Durante el periodo de seguimiento 10 pacientes del grupo de toxina desarrolló una hiperfunción de oblicuos inferiores, y 6 pacientes del grupo quirúrgico, diferencia no estadísticamente significativa.
5 pacientes de cada grupo consiguió una estereopsis de 3000 segundos de arco. 1 caso del grupo de toxina y 2 de cirugía consiguieron 800 segundos de arco; 2 con toxina y 1 operado consiguió 400 segundos de arco; 2 del grupo de toxina desarrolló 40 y 1 operado 200 segundos de arco. La VB medida con cristales de Bagolini se obtuvo en el 86% de los tratados con toxina y en el 78% del grupo quirúrgico.
Comentario
Se trata de un interesante trabajo que demuestra los buenos resultados conseguidos con la inyección bimedial de toxina botulínica en el tratamiento de la endotropía infantil, tanto motores como sensoriales.
Llama la atención como la toxina consigue buenos resultados independientemente del ángulo de desviación preoperatorio (leves, moderados y severos), mientras que la cirugía consigue un 100% de buenos resultados cuando el ángulo de desviación preoperatorio está entre 25-40 dp, pero desciende al 50% para desviaciones de 45-50 dp. En ángulos mayores de 50 dp el grupo de cirugía obtiene un 75% de buenos resultados, superior al 50% en el grupo de toxina. La idea general era que la toxina botulínica era más efectiva cuando el ángulo de desviación era más pequeño.
Los buenos resultados sensoriales obtenidos quizás estén un poco supervalorados ya que el test empleado para medir la estereopsis es el test de Titmus, mucho menos fiable que el TNO.
Conclusiones
Los autores han conseguido similares resultados con toxina y cirugía en el tratamiento de la endotropía infantil, con ninguna exotropía consecutiva en el grupo de toxina, y con una hiperfunción secundaria de oblicuos inferiores inferior en el grupo operado, pero sin diferencias estadísticamente significativas.