Autores:
Jeffrey R. SooHoo, Brett W. Davies, Rebecca S. Braverman, Robert W. Enzenauer, Emily A. McCourt.
Resumen
De los pacientes con tensión elevada, el 70% se normalizó después del mes sin requerir tratamiento; seis pacientes necesitaron tratamiento durante más de 1 mes, y 4 tuvieron que ser operados antes de los 3 meses del traumatismo. Entre los factores de riesgo asociados a la necesidad de cirugía del glaucoma se encontrón una PIO inicial de 35 mmHg ( 2 de los 4 pacientes operados de glaucoma tuvieron una PIO > de 40 mmHg)
Comentario
Las limitaciones de este estudio son que es un trabajo retrospectivo, que no se han podido establecer protocolos de tratamiento para la hipertensión ocular, ni dar una prevalencia real de los hifemas traumáticos ya que algunos no acudieron probablemente al hospital terciario, el corto periodo de seguimiento, y que no en todos los casos se pudo realizar un estudio gonioscópico.
Sin embargo tiene otros aspectos interesantes como demostrar que no hubo hemorragias secundarias en ninguno de los casos que fueron seguidos simplemente recomendando un reposo estricto en casa, sin necesidad de ingresar a los pacientes en el hospital.
Conclusión
Muy pocos pacientes necesitaron cirugía para controlar el aumento de tensión ocular secundaria a los hifemas traumáticos. El factor de riesgo asociado a una necesidad de la intervención quirúrgica fue una PIO muy elevada inicial ( 35 mmHg). El reposo absoluto sin necesidad de ingreso hospitalario asociado a una medicación tópica de la hipertensión y la inflamación ocular condujo generalmente a la resolución del hifema sin complicaciones graves, ni pérdida de visión.
AUTOR:
Pilar Merino Sanz.