Definición / causas
El glaucoma de ángulo cerrado se produce en aquellos ojos en los que la salida del humor acuoso ( el líquido que produce el ojo) está comprometida al obstruir el iris el ángulo camerular.
Epidemiología
Es más frecuente en ojos pequeños e hipermétropes y en pacientes con ascendencia asiática; en otras ocasiones hay factores asociados al cristalino (catarata) o al propio iris que lo pueden desencadenar.
Síntomas
Este cierre angular se puede producir de forma aguda, intermitente o crónica.
En el cierre angular agudo la tensión ocular sube bruscamente desencadenando una serie de síntomas típicos, dolor intenso ( dolor de “clavo”), visión borrosa, nauseas , vómitos y sudoración intensa, en ocasiones se puede confundir con un cuadro gastrointestinal.
El cierre angular intermitente produce episodios de visión borrosa, con halos alrededor de las luces y cefaleas.
El cierre angular crónico es asintomático, con subida indolora de la PIO y daño en el nervio óptico y en el campo visual.
Diagnóstico
El diagnóstico se obtiene sobre todo a partir de la inspección del ángulo camerular con la gonioscopía.
Tratamiento
El tratamiento definitivo en este tipo de glaucoma es la realización de una iridotomía periférica con láser, que consiste en crear un pequeño agujero en el iris que permita la recirculación del humor acuoso que ha quedado bloqueado y que desencadenó la subida de la PIO. A aquellos ojos que tienen una predisposición anatómica al bloqueo angular se les recomienda la realización de iridotomías láser profilácticas.
Cuando existe un daño extenso del ángulo el paciente puede requerir tratamiento con colirios hipotensores oculares y en algunos casos cirugía de la catarata y /o del glaucoma.
No es infrecuente que el paciente glaucomatoso consulte por el prospecto informativo de fármacos sistémicos para resfriados y alergias donde se contraindica su uso en pacientes con glaucoma, estos fármacos pueden producir una leve dilatación pupilar que supone un pequeño riesgo de desarrollar un glaucoma agudo en ojos con ángulo cerrado, pero no en el tipo más frecuente de glaucoma que es el de ángulo abierto, por lo que en estos pacientes no se contraindica su uso.