A partir del 1 de septiembre la práctica totalidad de la sanidad privada de Sevilla cesará su actividad con las compañías aseguradoras, tras meses de infructuosas negociaciones para actualizar sus tarifas conforme al IPC, después de más de 20 años congeladas.
La SEO ya alertó a los oftalmólogos, este pasado mes de julio, que las aseguradoras se negaban a aplicar su nuevo nomenclátor de procedimientos médicos Arch Soc Esp Oftalmol. 2020;95:591-602, ratificado por la Organización Médico Colegial (OMC) en julio de 2022. https://www.cgcom.es/publicaciones/informes/nomenclator
Esto significa que el catálogo de procedimientos que circunscriben dentro de sus seguros no incluye las novedosas técnicas diagnósticas y quirúrgicas actuales, lo que da lugar a unos baremos exiguos de hace más de 30 años.
El nuevo nomenclátor de oftalmología, además de proporcionar la medida de actividad, costes y cartera de servicios con una terminología común, constituye una herramienta de progreso y enriquecimiento de la práctica asistencial. Además, representa un cambio de paradigma al emplear una metodología científica, estableciendo una “hoja de ruta” para otras especialidades que ya se han ido incorporando a sus fundamentos metodológicos, como ORL, Traumatología, Anestesiología o Neurocirugía.
Ante la insensibilidad e irracionalidad de las compañías de seguros, ahora los médicos de Sevilla dan un paso definitivo y dicen “basta” a un modelo trasnochado y obsoleto al que se ha llegado tras una situación insostenible de abuso y desprecio hacia los profesionales médicos.
La oftalmología y Sevilla constituyen la punta de lanza, y este cambio verdaderamente justo se podrá ir extendiendo a las restantes especialidades y ciudades de España a través de la suma de voluntades enérgica, constante e irreductible de todos los médicos. Parodiando a la filósofa española María Zambrano: “No se pasa de lo posible a lo real sino de lo imposible a lo verdadero”.