Autores:
Roland Joseph D. Tan, MD,and Joseph L. Demer
Resumen
Los autores describen un trabajo para diferenciar el heavy eye syndrome característico de las grandes miopías, que cursa con esotropía y limitación de la abducción y el sagging eye syndrome donde existe esotropía en la mirada de lejos y/o desviaciones cicloverticales con limitación de la elevación producido por la degeneración de la banda elástica que une el recto superior (RS) con el recto lateral (RL). El propósito del trabajo es demostrar que éste último también puede ser secundario a las miopías magnas. Estudian con RM orbitaria a 11 pacientes, 5 (8 órbitas) con heavy eye syndrome y 6 (12 órbitas) con sagging eye syndrome. Los 5 casos diagnosticados de heavy eye synfrome tenían una esotropía media de 61 dp, una hipotropía media de 26 dp, y una LA de 32 mm de media, y un prolapso del globo ocular súpero-temporal; la banda entre el RS y el RL estaba adelgazada en 6 órbitas y rota en 2, y el ángulo que forman el RL y el RS medía de media 121º. Los 6 casos con sagging eye tenían una esotropía media de 23 dp, una hipotropía de 2 dp y una LA de 32 mm, la banda entre el RS y el RL estaba adelgazada en 7 órbitas y rota en otras 5, y el ángulo entre el RL y el RS medía 104º de media, siendo esta diferencia estadísticamente significativa entre los dos grupos (p< 0.001).
Comentario
El estrabismo asociado a la miopía magna, conocido como heavy eye syndrome o estrabismo fijo, se caracteriza por una esotropía generalmente de gran ángulo, con limitación de la abducción y una hipotropía más o menos severa, con limitación de la supraducción. En la última década los estudios de los propios autores y otros como Yokohama y krzizok con RM orbitaria han ayudado a comprender su mecanismo etiopatogénico. El desplazamiento de los rectos lateral y superior secundario al prolapso súpero-temporal del globo ocular sería responsable del problema; en la RM se observa que el ángulo entre RS y RL es obtuso y mayor de 110º (121º se ha encontrado en este trabajo), algunos autores reportan ángulos de hasta 180º. También se objetiva un contacto entre la pared orbitaria y el RL.
El sagging eye syndrome se ha descrito en las desviaciones que ocurren en personas de edad avanzada como resultado de la degeneración de las bandas que unen las poleas de los rectos horizontales y el RS. Otro signo de degeneración del tejido elástico orbitario sería por ejemplo la ptosis por degeneración de la suspensión del elevador del párpado superior. La alteración de la motilidad ocular en este caso se traduce en una desviación de unas 12-20 dp en mirada lejana sin limitación de la abducción y/o una hipotropía leve con limitación de la supraducción.
En este trabajo se han incluido los casos con miopía magna y con la misma edad y LA para ayudar a diferenciar los hallazgos encontrados en la RM de estos pacientes. En el Heavy eye syndrome el ángulo entre el RL y el RS sería mayor que en el sagging eye, siendo esta diferencia estadísticamente significativa. El desplazamiento medial de los rectos verticales, sobre todo del RS también es un hallazgo del heavy eye y no del sagging eye donde encontramos desplazamientos inferiores de los rectos medios y laterales. El RL aparece en contacto con la pared orbitaria de las RM orbitarias de los heavy eye, y en cambio en el sagging eye la grasa orbitaria y la glándula lagrimal se interponen rellenando el hueco que deja la banda elástica rota entre RS y RL.
Conclusión
Es recomendable, por tanto, realizar estudios de RM orbitaria en todos los casos con miopía magna y estrabismo antes de plantear un tratamiento quirúrgico apropiado. La unión de los vientres musculares de RL y RS para eliminar el prolapso súpero- temporal del globo y recolocar el trayecto desplazado inferiormente del RL es la cirugía apropiada para corregir el estrabismo en el heavy eye syndrome. En el sagging eye syndrome se puede emplear la retroinserción aumentada de los rectos medios para corregir la desviación.
Es importante diferenciar ambas entidades que pueden ocurrir en los estrabismos de los miopes magnos por las importantes repercusiones terapéuticas que conlleva su reconocimiento.
AUTOR:
Pilar Merino Sanz